Cierta vez un hombre le pidió a Dios que le diera una flor y una mariposa.
Pero Dios le dio un cactus y una oruga.
El hombre quedo triste, pues no entendió por qué su pedido no había sido
satisfecho. Luego pensó: ” claro….con tanta gente que atender…”
Y resolvió no cuestionar más.
Pasado un tiempo el hombre fue a ver lo que algún día le enviaron.
Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las
flores. Y la horrible oruga se transformó en una bellísima mariposa
No siempre lo que deseas es lo que necesitas.
Como El nunca falla en la entrega de sus pedidos,sigue
adelante sin dudar ni murmurar: La espina de hoy será la
flor de mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.