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martes, 16 de julio de 2013

A veces hiere más una palabra que un golpe

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Y OIRAN DE CHISMES, BOCHINCHES DE RUMORES Y HABLADURIAS
Una mala estigma, en que las mujeres han sido tiro al blanco para la critica, es en  la habladuría. Definimos el chisme como “una murmuración, cuento sobre  alguna noticia verdadera o falsa para dañar a alguien”. ¿De donde proviene el gusto de las mujeres en estar envueltas en el chisme? Las mujeres tienen una intensa curiosidad  en cuanto a los tópicos domésticos, sociales y triviales. Como las reporteras, les encantan las noticias y con más gusto aquellas noticias de las cuales no salen
fácilmente a la luz. Que dice la palabra de Dios en cuanto a las murmuraciones? en Santiago: capitulo 4, versículo 11, es muy clara la lección: “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez. El único que tiene derecho a juzgar es Dios”. Podríamos comparar el chisme con el acoso sexual, las dos acciones empañan la armonía cohesiva en las relaciones, el trabajo y aun en el pueblo de Dios; resultando en una inminente destrucción del grupo. Encontramos un buen ejemplo, para usar en este devocional en la historia de María y Aarón hermanos de Moisés. En un momento se pusieron a murmurar en contra de Moisés porque él había tomado una mujer cusita. Esta acción causo el ira de Dios resultando en el castigo de lepra en María y su expulsión del campamento por siete días (Números 4:1-16) Como podemos ver, la murmuración nunca tiene una buena consecuencia, sino que envenena y causa rompimiento y destrucción. La lengua es un miembro del cuerpo que no puede ser domado. “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. “He aquí, !! Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.”Stg:3:5,8

Muchas veces nuestra lengua nos sirve como nuestro propio obstáculo para progresar, para arreglar relaciones inestables, y para hundirnos más en la desconfianza de los demás. La palabra de Dios nos dice: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea presto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.---Santiago 1:19 Si nos fuésemos a prestar a ser de esa manera, pensaríamos las cosas antes de decir comentarios que nos podrían costar muy caros. 

Empecé hablando de la estigma negativo de las mujeres siendo catalogadas como chismosas, pero sabes que? Los hombres no se quedan muy atrás! En un estudio conducido por el Centro de Estudios Sociales se comprobó que el chisme compone el 55% de las conversaciones de los hombres y el 67% de las conversaciones de las mujeres. ¿Entonces porque se asume que las mujeres son chismosas? ¿Sabes porque? Porque las mujeres no son discretas cuando están en el proceso de chismear, quiero decir que su tono de inflexión cuando están chismeando las delata! De todos modos murmurar, chismear, bochinchear o como usted quiera llamarlo, nunca trae nada bueno. Amada, si tienes esta situación en tu vida pídele a Dios que te ayude a controlar el deseo de hablar de otros. Mejor si deseas hablar de la gente hazlo con Dios en tus conversaciones con el. Aunque tu no lo creas Dios quiere que le cuentes esas cosas a él. Lo lindo de esa idea es que cada vez que te encuentres llevándole a Dios tus comentarios eso te hará acercarte mas a el!
Autora Dorie M. Santiago

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