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Libro " La vida en el Universo" - Autor Marshall Vian Summers

Introducción al libro “La Vida en el Universo”


DEDICATORIA:
A todos los que se sienten llamados a ir más allá de las fronteras de la existencia humana.
Life in the Universe by Marshall Vian Summers
Introducción de Reed N. Summers al libro “La Vida en el Universo”.
¿Con qué frecuencia llega en la Tierra un libro capaz de cambiar el curso de la historia humana? Tal y como lo hicieron la Biblia y el Corán, ¿qué nueva revelación podría cambiar cómo vemos nuestro mundo y nuestro destino e incluso cómo nos vemos a nosotros mismos?
Lo que tiene en sus manos es mucho más que un libro. LA VIDA EN EL UNIVERSO es una revelación. A lo largo de 173 páginas y 4.749 líneas de texto, esta revelación detalla la interacción de las civilizaciones en nuestra región del espacio, el desafío de encarar un universo no humano y las dimensiones espirituales de toda vida inteligente que ha evolucionado desde el principio de los tiempos.
¿Cómo podría algún escritor, pensador, científico o filósofo afirmar que tiene algún conocimiento directo de estas cosas? Dejando a un lado la especulación, los instrumentos de la ciencia y la paleta de la ciencia ficción, ¿qué sabemos realmente sobre la vida en el universo?
En verdad, muy poco. Como unos habitantes tribales mirando al confuso horizonte más allá de su aislada isla oceánica, nosotros no sabemos nada sobre la vida más allá de nuestra orilla. Miramos a las estrellas, observando la oscuridad profunda del espacio, preguntándonos quién está ahí fuera. Simplemente no lo sabemos. Y como revelará este libro, nuestro desconocimiento es uno de los grandes peligros de nuestros tiempos modernos.
Nosotros construimos series de radio telescopios, esperando escuchar mensajes desde el espacio. Afinamos nuestros instrumentos ópticos, esperando descubrir mundos semejantes a la Tierra. Pero, ¿qué pasa si los que somos descubiertos somos nosotros? ¿Qué pasa si el contacto con otras formas de vida inteligente sucede en nuestra orilla? ¿Y qué pasa si este contacto sucede en sus términos y no en los nuestros? La historia nos da una seria advertencia. Es la desafortunada posición de ser la raza descubierta, de ser los nativos de un nuevo mundo.
Tal y como saben muy bien algunas personas en los pasillos del gobierno y del comercio, nosotros hemos sido descubiertos. Nuestro encuentro con otras formas de vida inteligente está plenamente en marcha. El contacto ha comenzado, pero su intención es oscura y egoísta, y está sucediendo sin la consciencia y el consentimiento de la humanidad.
Es por esta razón que usted tiene en sus manos un libro titulado LA VIDA EN EL UNIVERSO. Este libro es la respuesta de Dios a la gran vulnerabilidad de la civilización humana frente al umbral del espacio. ¿Puede el ritmo del progreso científico prepararnos para nuestro encuentro actual con la vida en el universo? Para esto se necesita una nueva revelación.
LA VIDA EN EL UNIVERSO es parte de una extensa educación y preparación para la humanidad llamada el “Nuevo Mensaje”. Con más de 9.000 páginas, el Nuevo Mensaje es una respuesta Divina a los diversos problemas globales que la humanidad enfrenta: la destrucción de nuestro ambiente natural, el agotamiento de la energía y de los recursos que sustentan la vida en la Tierra, conflictos religiosos y políticos crecientes y una Intervención por parte de ciertas razas de nuestra región del espacio.
Si Dios habla al mundo en los momentos en que las necesidades de la humanidad son más acuciantes, entonces este podría ser el momento de la historia en que más se justifica que Dios hable nuevamente.
LA VIDA EN EL UNIVERSO es la exacta descripción de un evento de revelación. Las 173 páginas de este libro fueron recibidas en un periodo de tres días del año 2008 por un hombre llamado Marshall Vian Summers. Tras abandonar su trabajo como maestro de ciegos, Marshall se embarcó en un misterioso camino de preparación que duró más de un cuarto de siglo. Marshall ha pasado más de 30 años en relativo aislamiento para recibir un Nuevo Mensaje para la humanidad, del que LA VIDA EN EL UNIVERSO es una parte.
El evento de revelación comenzó en la mañana del 11 de mayo, y a la tarde del día 13 ya había terminado. Once horas habladas, separadas por dos noches, habían recogido en una cinta digital las palabras de una revelación destinada al mundo. En unos pocos días, las grabaciones originales fueron transcritas y después impresas en papel simple. En estas meras 11 horas, sin revisión, edición o autoría de una sola palabra, había llegado a la Tierra un libro con el poder de cambiar el curso de la consciencia y el entendimiento humanos.
El lector debería prepararse para la experiencia de leer este libro. Su mensaje es rotundamente directo. Dice las cosas como son, no como podrían ser. Y desafía las muchas suposiciones y fantasías sobre la vida en el universo que son comunes y populares en la cultura humana. Lo que podríamos querer sacar de este libro o del universo en conjunto parece quedar completamente fuera, o bien se refuta de forma tajante.
En ciertos momentos, durante la lectura de este libro, el lector podría descubrir que siente una especie de “astro-depresión.” ¿Cómo puede ser el universo tan mundano? ¿Dónde están las razas iluminadas, las historias de grandes imperios, de héroes, de energía libre y de aventuras en el espacio? ¿Por qué no puede ser mejor que la vida aquí en la Tierra?
Es natural que deseemos estas cosas, incluso que se las demandemos a la última frontera de la existencia. Durante toda la historia humana, el universo permaneció confortablemente desconocido, permitiendo que nuestras fantasías y mitologías crecieran sin ser atemperadas por la realidad. El universo se volvió el lienzo sobre el que expresar nuestros anhelos y nuestra insatisfacción con la vida aquí en la Tierra. Esto es comprensible, teniendo en cuenta nuestro aislamiento en el universo.
Pero ahora ha llegado el momento de enfrentar la vida en el universo. Y hacerlo supone un acto de coraje. Aquí necesitamos estar dispuestos a aventurarnos más allá de la comodidad de nuestras creencias y suposiciones, para poder mirar con valentía hacia un universo del que sabemos poco. Este es el gran paso evolutivo que tenemos ante nosotros.
Las palabras de LA VIDA EN EL UNIVERSO son simples y sin adornos. Su mensaje puede ser brusco y directo. Esto es especialmente cierto en la Primera Parte: La Realidad. Puede que algunas de sus frases nos parezcan poco delicadas y nos preguntemos por qué Dios no habla más majestuosamente, con mayor perfección y espiritualidad. Y aun así, quizá el verdadero aspecto de una revelación es este. Los textos Bíblicos y Coránicos que asociamos con la revelación han experimentado el paso del tiempo, las traducciones y las innumerables manos de seguidores, eruditos y gobernantes. ¿Sabemos cómo es la revelación original en el momento de recibirse?
Además, debemos tener en cuenta que LA VIDA EN EL UNIVERSO no es originalmente una revelación para leerse, sino para escucharse. Es un documento hablado y no ha sido ajustado a los gustos literarios de nadie. Está intacto, inalterado por la mano o el intelecto de ningún humano, transcrito sobre el papel tal y como la grabadora lo capturó en el momento de la revelación.
Aunque puede decepcionar algunas de nuestras expectativas y arrojar nubes de lluvia sobre el desfile de preferencias y suposiciones humanas, LA VIDA EN EL UNIVERSO es una hermosa revelación, de un alcance sobrecogedor. Nos presenta una vasta visión panorámica de la vida a la mayor escala. Es verdaderamente una puerta a la historia viviente de nuestro universo.
Mi padre, en el linaje de los grandes Mensajeros, nos ha traído algo nunca visto antes en la Tierra. Pero lo que ha llevado a Dios a hablar de nuevo no es solo una necesidad social, moral o metafísica. LA VIDA EN EL UNIVERSO ha surgido para satisfacer una mayor necesidad humana: la de restaurar nuestro mundo, unir las tribus de la Tierra y prepararnos para nuestra emergencia en el universo, el vasto escenario de vida que incluye el otro 99,999…% de la Creación.
Es en esta nueva frontera de la vida donde debemos construir nuestro futuro. Es ahí donde se determinará nuestro éxito y nuestra supervivencia. Este es el mayor umbral que hemos encarado nunca. Pero no estamos preparados.
La educación y la preparación han sido entregadas. La puerta a la vida en el universo se encuentra ante nosotros. Ya no seguimos mirando a través del ojo de la cerradura, imaginando lo que yace más allá. Ahora tenemos en nuestras manos la llave misma: un simple libro, que no ha sido producido por ningún humano en la Tierra y que tiene el poder de preparar a la humanidad para su futuro y su destino en el universo.
Use conmigo esta llave para abrir la puerta a un nuevo capítulo en la experiencia humana. Pasemos juntos, dejando nuestras suposiciones y expectativas en la puerta, y preparémonos para la vida en la Comunidad Mayor de mundos.

Reed N. Summers
Boulder, Colorado, EE.UU, 2012
Índice de capítulos:
Mensaje de Marshall Vian Summers      
 
                                              - Capitulo II-
 
 

La Vida en el Universo, C2: Una Breve Historia de la Visitación a la Tierra


Traducción del capítulo 2 del libro “La Vida en el Universo”, tal y como fue revelado a Marshall Vian Summers.
“Sois los administradores de un hermoso planeta que otros valoran mucho.”
Para comprender el presente y estar preparados para el futuro, hay ciertas cosas del pasado que deben clarificarse y que debéis aprender a ver. La primera es que el mundo ha sido visitado desde hace muchísimo tiempo. Estas visitas las hicieron un cierto número de razas diferentes con propósitos diferentes. Algunas han venido aquí para obtener muestras biológicas de la diversidad de vida inmensamente rica que hay en el mundo. Otras han venido para esconder cosas, para almacenar cosas sin que la gente nativa se diera cuenta. En diferentes momentos, otras razas han establecido aquí bases de manera temporal y en unas pocas ocasiones han intentado, en un momento más reciente de la historia, educar o influenciar a las primeras civilizaciones humanas.
Estas visitas fueron breves y no se sostuvieron por mucho tiempo. Las bases que aquí se establecieron fueron en general solo para obtener una mayor comprensión de las realidades geológicas y biológicas de la Tierra. Los intentos de influenciar a las primeras civilizaciones fueron infructuosos. Sin embargo, se ha aprendido mucho del mundo natural en este planeta, y periódicamente se han tomado del mundo muchos elementos biológicos para apoyar la emergencia de la vida en otros lugares.
Las razas que hoy día están presentes en el mundo representan un conjunto de fuerzas diferente de aquel que visitó a la humanidad en el pasado. La humanidad ha vivido en aislamiento durante toda su evolución, experimentando solo encuentros muy breves con razas de más allá del mundo. Los pueblos primitivos tenían una gran capacidad para reconocer las fuerzas de la naturaleza, pero su sofisticación, su comprensión, su tecnología y su comunicación eran limitadas.
Por tanto, salvo en contadas excepciones nunca se intentó la comunicación con ellos. No se les consideró preparados para entablar un diálogo significativo. Pero ciertos grupos nativos recibieron sabiduría sobre la vida existente más allá del mundo. Esta se les demostró mediante visitas y la entrega de regalos. Esto sucedió en naciones tribales mucho antes de la existencia de las primeras civilizaciones, y en algunos casos después.
Como la tecnología es una parte muy importante de la vida en el universo, particularmente para los viajes y las comunicaciones, los intentos de influenciar a estas primeras civilizaciones probaron ser infructuosos. El establecimiento de una mayor comunicación habría de esperar hasta un momento muy posterior, cuando la humanidad se desarrollara tecnológicamente y creara unas estructuras sociales lo bastante grandes y sofisticadas.
El mundo presenta un enorme desafío para casi todas las razas que lo visitaron en el pasado y también para las que están aquí en el presente. Debido a que viven en el espacio y en ambientes estériles durante periodos de tiempo muy largos, las razas que llegan al mundo enfrentan una inmensa dificultad. Aunque la extensión y la diversidad de los agentes biológicos presentes en el mundo son extremadamente favorables para la vida, también hacen que este planeta sea muy peligroso para cualquier visitante que no esté adaptado a él. Incluso las razas con tecnología muy avanzada no pueden protegerse de la diversidad de vida y el número de agentes biológicos que existen en este ambiente terrestre. Esto ha hecho que vivir en el mundo sea extremadamente difícil para todas las razas que lo han visitado, y en la mayoría de los casos hasta imposible. Adaptarse a vivir en un ambiente como este les llevaría generaciones. Y solo mediante un largo programa genético de unión con la gente nativa podrían tener una posibilidad real de vivir en un mundo con fuerzas biológicas tan diversas y complejas.
Puede parecerle extraño a la gente que el mundo sea tan peligroso para una raza avanzada que no haya evolucionado aquí. Sin embargo es cierto. Quien vive en un ambiente estéril puede visitar otros ambientes estériles, o puede visitar ambientes donde haya una diversidad de vida muy limitada, si se prepara para ellos. Las criaturas biológicas son vulnerables a la contaminación en todo el universo. No hay tecnología, ninguna tecnología médica, que pueda proteger a una entidad biológica de toda clase de influencias nuevas e inesperadas. Esto ha hecho de vuestro mundo un lugar extremadamente difícil de habitar e incluso de visitar sin una tecnología muy avanzada, aunque sea por poco tiempo. Y es muy difícil mantener esta tecnología lejos de la fuente de la civilización patria.
El mundo no provee ni la tecnología ni las aportaciones tecnológicas que se necesitarían para que una raza extranjera pudiera sostener aquí un ambiente tecnológico por mucho tiempo. Y los riesgos de contaminación serían extremadamente grandes. Porque no importa lo avanzada que sea la tecnología propia: uno aún puede sucumbir ante agentes biológicos invisibles como son los virus y las bacterias. Esto hace que la aproximación a un mundo como el vuestro sea una proposición muy difícil para cualquier raza. Incluso razas que viven en ambientes con diversidad biológica y han sido capaces de mantener esos ambientes sin despojarlos de recursos encontrarían esto muy desafiante.
Las visitas al mundo han sido breves e infrecuentes, y las han realizado grupos distintos con propósitos distintos. Algunos han venido para obtener recursos biológicos, otros para experimentar y otros para establecer una base de influencia. Pero ninguna de estas visitas se pudo sostener por mucho tiempo.
El mundo ha ofrecido a ciertas razas grandes ventajas como escondite. El hecho de que el mundo estuviera densamente cubierto de follaje en muchos lugares y habitado por pueblos nativos que eran supersticiosos y limitados a ciertas áreas, hizo posible esconder aquí cosas de gran valor, y ciertas razas han aprovechado esta circunstancia. Incluso en la actualidad, existen en el mundo cosas escondidas que han estado ahí durante mucho tiempo sin que la humanidad lo sepa.
Sin embargo, ahora, debido a que la tecnología humana se está acelerando rápidamente, el riesgo de que estas cosas sean descubiertas ha aumentado. Muchos de estos tesoros enterrados durante eras han sido retirados del mundo en tiempos recientes, especialmente en el último siglo. La capacidad de la humanidad de discernir la existencia de objetos —metales y maquinaria enterrados profundamente incluso en el océano— está creciendo rápidamente, y esto ha requerido que ciertas razas retornaran a la Tierra para retirar cosas de valor que se almacenaron aquí durante mucho tiempo.
A pesar de las dificultades que tiene una raza tecnológica avanzada para visitar este mundo o vivir en él, este mundo ha estado en el punto de mira de muchas razas durante largo tiempo, debido a su diversidad biológica y a su posición estratégica en esta parte bastante habitada del universo. La Tierra ha sido observada durante mucho tiempo. Ella interesa mucho a diferentes grupos por diferentes razones.
El progreso de la humanidad y el rápido desarrollo de la tecnología humana a lo largo de los últimos dos siglos han traído al mundo diferentes fuerzas, fuerzas que están buscando la posibilidad de sacar provecho y de unirse a la humanidad para ganar el control de un mundo emergente como este. Con pocas excepciones, este no fue nunca antes el objetivo, porque la humanidad vivía de una manera primitiva y todavía no había construido ninguna tecnología o sistema de comunicación que otras razas pudieran usar en su propio beneficio. Los pueblos nativos solo interesaban por sus capacidades adaptativas y su conocimiento del medio local. Más allá de esto no había posibilidad de unirse realmente con ellos. Por tanto, el intento de unirse genéticamente con los seres humanos ha sido solo un fenómeno muy reciente.
En el pasado, la Tierra ha sido considerada una mina de riqueza biológica. Pero los intentos de establecer aquí una residencia permanente fracasaron, ya que los visitantes se vieron afectados por el ambiente biológico. Al final, ni siquiera su tecnología avanzada pudo protegerles de estas fuerzas de la naturaleza. Y la posibilidad de introducir agentes biológicos ajenos en sus planetas de origen y en sus bases en el espacio demostró ser demasiado alta, grave y arriesgada para que se establecieran aquí asentamientos por mucho tiempo. Porque si un agente biológico infectase a los miembros de una fuerza expedicionaria, ellos podrían llevar estos agentes a sus centros de operaciones, afectando así a todos los implicados.
La gente se ha adaptado al medioambiente del mundo en un grado muy alto, pero en la historia de los movimientos humanos por el mundo habéis visto el poder y el impacto que tienen las enfermedades infecciosas, llegando a destruir poblaciones enteras cuando pueblos de continentes distintos entraron en contacto.
Este es un riesgo muy grande en el espacio y continúa siendo un gran riesgo. Las razas tecnológicas operan en ambientes generalmente estériles. Ellas se relacionan entre sí en ambientes estériles. El comercio entre naciones raramente se lleva a cabo en la superficie de sus mundos, a menos que esos mundos hayan sido despojados de sus agentes biológicos, o se trate de planetas que nunca han albergado la presencia de una evolución biológica. Estos últimos se usan simplemente como bases de operaciones. En los asuntos de colaboración y comercio en el universo, el contacto se hace casi siempre a bordo de algún tipo de nave, o bien en ambientes que están bien protegidos y a salvo de la invasión de otros agentes biológicos.
La propagación de virus ha sido un serio problema en el pasado en muchas regiones del espacio, particularmente en áreas muy pobladas como la vuestra. Esta es una de las razones por las que las futuras incursiones de la humanidad en el espacio causan tanta inquietud. La posibilidad de involucrarse con seres humanos y exponerse a un grado de influencia biológica tan inesperado y sin precedentes es algo que se contempla con gran preocupación. Por eso, nadie que visite este mundo puede vivir aquí, ni siquiera en la actualidad, y debe tomar grandes precauciones para protegerse del ambiente biológico del mundo.
En el universo, la contaminación es un problema muy serio en los asuntos entre naciones, particularmente cuando se trata de razas que han evolucionado en ambientes muy diferentes, llevando dentro de sí agentes biológicos que podrían ser extremadamente perjudiciales para otros. Como veréis en el curso de estas enseñanzas, la tecnología no elimina todos los riesgos de la vida, y en muchos casos incrementa esos riesgos significativamente. Para las razas que viven y viajan en ambientes estériles, este riesgo es inmenso. La contaminación es una preocupación de primer orden para todas las razas que viajan en el espacio y comercian con otros.
Por tanto, aunque el mundo se ha valorado mucho y ha sido visitado muchas veces, el intento de vivir aquí y el intento de unirse genéticamente a las razas nativas ha demostrado ser extremadamente difícil y durante mucho tiempo no se ha intentado. El folclore y la mitología humanos pueden mostrar cualquier tipo de imagen, pero la realidad sigue siendo que la Tierra ha sido considerada un ambiente extremadamente arriesgado, aunque rico, por aquellas muy escasas razas que son al menos conscientes de su existencia.
Otra razón por la que la Tierra no ha sido visitada muy a menudo ni por muchos grupos diferentes es el problema en sí que supone viajar por el espacio. Hay gente especulando en la actualidad que mediante el viaje interdimensional uno puede acceder a cualquier parte del universo que desee. Pero en la experiencia de razas avanzadas en el universo estos intentos han probado ser extremadamente peligrosos y desafortunados. Moverse de un punto a otro es mucho más lento de lo que podríais pensar. La mayoría de las razas que viajan por el espacio solo lo hacen por las regiones locales. Solo viajan por las regiones locales, porque penetrar en un territorio gobernado o supervisado por otros resulta extremadamente peligroso. Y quien se aventura demasiado lejos de su hogar planetario puede no ser capaz de sostenerse con el paso del tiempo.
Hay muchos distritos donde los viajes y el comercio están restringidos y otros no pueden acceder. Por tanto, uno no puede viajar libremente en el universo, a menos que esté en una región donde haya un desarrollo de vida inteligente muy disperso o limitado y los viajes y el comercio no estén restringidos.
En la región del espacio donde se encuentra vuestro mundo, una región que está muy habitada en comparación con otras regiones, existen grandes restricciones sobre adónde puede uno viajar, qué puede visitar y con quién —y con qué fin— puede contactar. Uno no puede visitar cualquier planeta que quiera, porque eso sería una violación del territorio de otros y de aquellas regiones donde otros tienen intereses específicos. Uno no puede viajar por las rutas comerciales primarias sin tener el permiso de los cuerpos gobernantes.
Esta es una situación muy compleja sobre la que la humanidad no sabe nada en absoluto. La gente piensa que el universo es simplemente un enorme lugar vacío aguardando a ser explorado, lleno de nuevos mundos con vastos recursos que están ahí para ser tomados. Pero no tendríais que viajar mucho más allá de este sistema solar para descubrir que otros lugares de valor tienen ya dueño, y que desde hace mucho tiempo se han establecido reglas de interacción determinando quién puede visitar esos lugares y quién tiene la prioridad sobre ellos. Y debido a que en vuestro universo local las naciones han creado esta clase de acuerdos desde hace mucho tiempo y han establecido la estabilidad entre las naciones y los mundos durante un largo periodo de tiempo, estas reglas de interacción son muy fijas, aunque siguen siendo desconocidas para vosotros que aún tenéis que viajar más allá de vuestras fronteras.
Por tanto, nadie de parte alguna en el universo puede venir a la Tierra, porque la Tierra existe en una región muy habitada que está gobernada por otros, en donde el comercio y los viajes están restringidos y son supervisados por cuerpos gobernantes. Incluso dentro de este distrito, siendo un distrito una región del espacio, existen muy pocas razas que sean conscientes de la existencia de este mundo, pues ellas nunca viajan en esta dirección. Aquellos que miran el mundo con ambición no hablarán a otros de su existencia, para evitar una mayor competición respecto al futuro de este mundo. Para muchas de las razas conscientes de vuestro mundo, se trata de un secreto —un secreto que ellos mantienen para sí mismos, deseando que nadie más sepa de la existencia de este planeta hermoso y biológicamente diverso, el cual es gobernado por un conjunto de tribus y grupos débiles y en conflicto.
Como resultado, el número de razas en el universo que saben de este mundo ha permanecido muy limitado. Si vuestro mundo existiera en una parte del universo muy poco habitada, cualquiera podría venir aquí con cualquier propósito y hacer lo que quisiera. Pero ese no es el caso de vuestro mundo. Otras razas de más allá de este distrito no pueden viajar por estas regiones, y los que conocen vuestra existencia y tienen planes para vuestro futuro guardan el secreto de este mundo.
Por tanto, la involucración de la humanidad con la Comunidad Mayor ha sido extremadamente limitada, hasta el punto de ser un aislamiento casi completo. Aquellas razas que han visitado el mundo no han buscado revelar su propósito, su tecnología o sus intenciones a las personas nativas del mundo, ni siquiera a las modernas. Las razas que están aquí para aprovecharse de una humanidad débil y dividida sin duda no harían eso. Que vosotros esperéis o demandéis que lo hagan representa una ingenuidad y una carencia de educación y consciencia por vuestra parte. Hasta vuestros aliados potenciales en el universo, que valoran las posibilidades y el potencial de la familia humana, no quieren dejar que otras razas sepan de vuestra existencia, por miedo a que haya aquí aún más intrusos, haciendo peligrar todavía más la libertad y el futuro de una humanidad emergente.
La humanidad permanece incontaminada. Sigue siendo una raza aislada. Está evolucionando por su cuenta, y esta evolución ha ido acelerándose. Pero la aceleración de esta evolución no se debe a la infusión de tecnología extraterrestre, sino a la propia trayectoria de la humanidad en la naturaleza. Solo se han introducido subrepticiamente en el mundo unos pocos artículos tecnológicos para avanzar los sistemas de comunicaciones de la humanidad, por parte de aquellas razas que buscan usar estos sistemas para sus propios fines en el futuro. Pero, en general, la evolución y el desarrollo tecnológico de la humanidad han sido muy lentos hasta hace bien poco, y han sido sobre todo fruto de la invención y el ingenio humanos.
Sin embargo, la humanidad sigue siendo una raza muy primitiva, con tendencias primitivas y animosidades tribales. Otras razas en el universo se dan cuenta y temen que estas tendencias influencien a sus propias naciones, sociedades en su mayoría unificadas y jerarquizadas donde la libertad personal es desconocida y muy temida como una fuerza debilitante.
Contrariamente a las expectativas que tienen algunas personas de que encontraréis naciones muy avanzadas, libres y pacíficas, la mayoría de las sociedades que saben de vuestra existencia y que tienen un interés en este mundo funcionan bajo una estricta jerarquía que vosotros encontraríais intolerable. Solo los pocos aliados que tenéis en esta región representan razas independientes, y su independencia ha tenido que ser protegida muy cuidadosamente. Porque la libertad es poco común en el universo, tal y como lo es en vuestro mundo. Esta es la gran verdad que tendréis que afrontar, en contraste quizá con vuestras expectativas, vuestras esperanzas y vuestros deseos.
Esto explica de nuevo la relativa infrecuencia de las visitas extranjeras al mundo. Aquellos que os visitan no quieren que las influencias de culturas tribales afecten a sus propias estructuras sociales. Incluso la existencia de la música y la danza, que han sido parte de la cultura en todo el mundo, es algo que algunas naciones contemplan con gran ansiedad y temor, deseando evitar tales influencias dentro de sus propias estructuras sociales. Porque siempre que alguien visita un mundo ejerce allí una influencia, y ese mundo le influencia a él. Las razas visitantes os influenciarán, y vosotros las influenciaréis a ellas. Y aquí, la influencia, incluso de tribus de gente muy primitiva, se ha contemplado con cierto grado de ansiedad.
Debe entenderse aquí que en vuestro distrito local del espacio son muy pocas las razas que aprecian el valor de la humanidad. Y las que valoran a la humanidad por sí misma —por sus logros y por su potencial— representan una pequeña minoría entre las pocas razas que conocen vuestra existencia. Aquellas que valoran a la humanidad por sí misma podrían considerarse aliadas de la humanidad, en la medida en que ellas apoyarían e intentarían proteger la emergencia natural de la humanidad frente a la influencia de poderes extranjeros, poderes que corromperían a la humanidad y buscarían colocarla bajo la dominación y el control externos. Este es el dilema de vivir en un mundo de un valor tan inmenso. La humanidad ha obtenido ahora una tecnología suficiente que otras razas pueden usar, y por tanto la humanidad es ahora muy vulnerable a la persuasión e intervención extranjeras.
Vuestras experiencias pasadas con la Comunidad Mayor no pueden ayudaros realmente. Estas experiencias fueron muy infrecuentes, y el único registro que hoy existe ha sido transmitido mediante la transmisión oral, o en raros casos escribiéndolo. Esta historia ha quedado tan modificada por el ritual y las creencias humanas que no guarda un registro fidedigno o directo de la intervención o la presencia extranjera en el mundo.
Por tanto, para entender la naturaleza, el propósito o la realidad de la presencia y la intervención extranjera que hay hoy en vuestro mundo no podéis mirar al pasado. Solo tenéis unos pocos restos de evidencia indicándoos que ha habido visitación, en gran medida en los escritos y en el trabajo artístico de personas nativas de diferentes culturas, de diferentes eras. Pero esto es insuficiente como guía. Esto no os revelará la realidad del universo a vuestro alrededor, las fuerzas que allí existen o lo que la humanidad tendrá que afrontar y enfrentar en el futuro.
Ve al tercer capítulo de “La Vida en el Universo”: Los Límites del Viaje Espacial

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